Hoy quiero hablarte de una relación de amor, pero no del amor entre personas sino del amor hacia tu proyecto o negocio. Como en cualquier relación al comienzo estas super emocionada, la ilusión de un proyecto nuevo genera mucha energía, haces tus cuentas, hablas con los proveedores y perfilas a tu cliente objetivo, arranca el proyecto y todo parece andar de maravilla. Sea que te vaya super o no, cuando apenas comienzas tu estas llena de la mejor energía y positivismo. Pero no siempre va de maravilla, todo negocio tiene sus momentos en que no crece, donde las ventas caen bien sea por estacionalidad o por las dinámicas del entorno, las estrategias parecen no funcionar y la creatividad merma. En ese momento te sientes cansada y te planteas la idea de cerrarlo y tirar la toalla.

Es importante que sepas que tener un negocio, indistintamente si es digital o físico amerita atención y se podría decir que como a una persona mientras más lo conozcas mejor será la estrategia para verlo crecer. Pero también debes estar preparada para el camino lleno de obstáculos. Un negocio requiere tiempo de maduración entre sus distintas fases : INICIO, CONSOLIDACIÓN Y CRECIMIENTO.

Tener un negocio es como un juego en el cual se gana y se pierde, y a veces lo que un día amaste termina decepcionándote, es como una relación de Amor- Odio, donde un día lo amas y otro no tanto. La inversión de creatividad, fuerza y energía parece desaparecer y te quedas sin recursos.

Lo mas importante es que sepas que mientras transitas ese camino está sucediendo algo más importante y es tu transformación. Y mientras nos enamoramos y estamos en esa relación amor – odio con nuestros proyectos no nos damos cuenta que estamos siendo TRANSFORMADAS en personas mas resilientes, flexibles y creativas. Eso es lo más grande, el hecho de que nos demos cuenta que nuestra vida es el el mejor proyecto y de que siempre se trató de nosotras, de crecer y de aprender jugando a ganar y perder.

Nadie es el mismo después de haber ido a la guerra y haber sanado. En ese momento de cansancio no es momento de renunciar, es momento de hacer una pausa y mirar dentro de tu negocio que puedes hacer diferente, a veces, el mismo negocio te va a pedir expansión y diversificación.

No es momento de renunciar sino de crear algo distinto a partir de lo que ya tienes. No olvides que tu negocio llegará hasta donde tú llegues.

Si estás a punto de tirar la toalla o no hayas como comenzar un camino diferente Escríbeme y miremos la manera de hacer crecer tu negocio digital o físico, a veces solo falta un nuevo punto de vista para crear una nueva realidad.

Mentora de Emprendimiento Femenino

Construyendo Negocios con Propósito